El color es algo que afecta a nuestra vida cotidiana tanto si nos damos cuenta como si no. Su influencia en nuestros estados de ánimo, elecciones y preferencias puede ser sutil u obvia, pero siempre notable. Con tantos colores en el espectro entre los que elegir, sumergirse en el mundo de las propiedades del color puede parecer a veces abrumador.
Sin embargo, cuando entienda cómo estas propiedades interactúan entre sí y afectan a diferentes aspectos visuales como el valor, el contraste y la temperatura, ¡tendrá una comprensión mucho mejor de por qué exactamente ciertos colores funcionan bien con otros y logran los resultados deseados!
En esta entrada del blog exploraremos algunas de las propiedades del color más importantes para ayudarle a tomar decisiones estratégicas en torno a sus proyectos de diseño.
3 Propiedades Del Color
El color es un fenómeno increíble que podemos utilizar para crear bellos efectos visuales. Si comprende los tres componentes esenciales del tono, la saturación (o intensidad) y el valor, ¡podrá expresar cualquier color responsable de estas magníficas visualizaciones! Por ejemplo, si el rojo es su paleta deseada, pregúntese además: ¿Es un naranja vibrante o un carmesí profundo? ¿Luminoso o apagado? ¿Luminosidad clara o matices oscuros? Con estos conocimientos en la mano será capaz de identificar y articular con precisión hasta la más exquisita gama de colores.
Matiz del color
El matiz es un bello espectro de 12 colores vibrantes de la rueda cromática, desde tonos complementarios y contrastados hasta matices clásicos.
Con una mirada más atenta, se pueden apreciar los matices incluso en colores similares. El término “matiz” describe estas sutiles variaciones, lo que significa que lo que pueden parecer simplemente cinco tonos de azul es en realidad mucho más complejo y único.
Por ejemplo: el rosa, el burdeos, el magenta y el manzana caramelo pertenecen todos a la misma familia de matices – el rojo; el verde hoja chartreuse y el espuma de mar forman otra con características compartidas – el verde; mientras que cada uno de los azules vistos aquí muestra también características distintas dentro de sus propias agrupaciones.
Por lo tanto, ¡puede decirse que la visión de un individuo sobre el “color” debe abarcar tanto el matiz como el tono para una verdadera apreciación!
Valor del color
Con el matiz vienen los valores variables, desde los tonos luminosos hasta los tintes delicados. Es importante tener en cuenta la luminosidad u oscuridad relativas de los distintos colores al crear su arte; esto puede demostrarse fácilmente reduciendo una rueda de colores a escala de grises y comparándola con los tonos de la gama de su paleta. Establecer una tabla de escala de grises optimizará la relación entre cada tono, garantizando la armonía entre las tonalidades.
Mediante la creación de una escala de valores, se pueden explorar las distintas profundidades de cualquier color. Este método se explora mejor con la acuarela: comenzando de izquierda a derecha con una fuerte aguada que da lugar gradualmente a valores más claros a medida que se añade más y más agua.
El Tinte = Tono + blanco
Los matices se crean añadiendo una pizca de blanco a los colores puros u originales, haciéndolos más luminosos y reflectantes que sus predecesores. Por ejemplo, podemos aclarar el rojo simplemente mezclándolo con pequeñas cantidades de blanco, una técnica fácil pero eficaz para ajustar los matices.
Sombra = Tono + negro
El sombreado se crea añadiendo un elemento oscurecedor al color original, lo que da como resultado un tono apagado con menor valor reflectante. Por ejemplo, el rojo puede oscurecerse mediante pequeñas cantidades de negro. Para recordar el matiz con facilidad es útil empezar por su tono original y aumentar gradualmente la oscuridad según sea necesario
Color de tono = Matiz + blanco + negro
Una sutil alteración de los colores es lo que crea el tono. Añadiendo gris a un color puro u original, se pueden conseguir resultados más suaves que van de tonos más claros a más oscuros según la cantidad de calco que se haya incorporado.
La brillantez
La saturacién
Conclusión
El color es una forma de comunicación no verbal. Se sabe que la gente emite un juicio sobre una persona, un entorno o un producto en los 90 segundos siguientes a su primera visión y que entre el 62% y el 90% de esa valoración se basa únicamente en el color. Por lo tanto, es importante que los diseñadores comprendan los efectos que tienen los colores en las distintas personas para crear las respuestas deseadas.
La idea que subyace a la utilización de la psicología del color en el diseño es que determinados colores desencadenan ciertas emociones o transmiten determinados significados. Cuando se utiliza con eficacia, el color puede ser un activo para cualquier identidad de marca; sin embargo, cuando se utiliza mal, tiene el potencial de hacer mucho daño . Tenga en cuenta estos conceptos cuando avance en el diseño de sus propios proyectos, ya sean personales o profesionales.
Y recuerde: ¡diviértase con ello! Al fin y al cabo, el color debe aportar alegría, ¡no estrés!
Artículos Relacionados: